Los edificios y las ciudades nos permiten experimentar el firme y lento flujo del tiempo. Las instructivas representaciones de la ciudad proceden de aquellos que, por así decirlo, ausentes en su espíritu, perdidos en sus pensamientos o cuidados han atravesado la ciudad.
El Museo de Bellas Artes atesora entre sus valiosos fondos una obra (óleo sobre cartón) de Aurelio Arteta (1.879/1940) Una imagen de Bilbao de 1917. muy diferente al de hoy mismo, no obstante, los edificios se conservan en la actualidad prácticamente como en el cuadro. Sabemos que en una de esas casas vivió el escultor Juan Guraya (1893/1965)