En el contexto histórico de los años 20 y 30 del pasado siglo XX «L ´Esprit Nouveau», concepto acuñado por Le Corbusier, era el tiempo de las fábricas y de los ingenieros, de los barcos, los coches y de los aviones, el tiempo homogéneo de la producción que había extendido su poder homogeneizador a todo «continuum» histórico, confundido con la temporalidad abstracta de la mercancía. En Alemania surge la escuela Bauhaus de la necesidad de fusionar el arte con la técnica, y el hormigón armado irrumpe en la escena, junto al acero y al vidrio.
La vieja circunscripción de la idea de trabajo a la economía productiva y la producción de objeto, está quedando patentemente obsoleta, y no sólo por el desproporcionado mayor peso que la economía financiera y de la pura circulación de capitales está adquiriendo en las nuevas sociedades, sino también por el hecho de que la producción inmaterial y la circulación del sentido, de la información, se están convirtiendo en las modalidades de intercambio más importantes en las sociedades emergentes.
En la imagen, foto original de Erika Ede, realizada para una puesta en escena de elementos de archivo en el estudio Imatra. Calle Costa 12-14 48010 BILBAO