Es en el espacio vacío que se abre en el interior del marco donde éste deja aparecer la obra y donde ésta puede ser reemplazada por otra que se desliza igualmente en el encuadre.
En este sentido, el encuadre es una estructura con fondo móvil, y en su dejar aparecer, no deja de espaciarse, se mueve entre el marco (su límite o rasgo interno propiamente dicho) y lo que permite ver, lo que hace aparecer en su contorno vacío. En ese sentido el passé-partout es también el marco que envuelve la obra y la determina.