Estilo, estética, vida y consumo
Este libro, en palabras de su autor Peio Aguirre, es un estudio de detección de lo que las estéticas nos dicen respecto del mundo actual, la globalización en el capitalismo tardío
Esta obra de juventud publicada en 1933 por Malcoln Lowry el genial autor de «Bajo el volcán» basada parcialmente en los diarios que escribió a bordo del buque en que se había embarcado, indaga en la lucha por el reconocimiento y respeto de los rudos compañeros, la pasión por el mar y la iniciación.
Recuperamos este título y la correspondiente ficha para la biblioteca de Ultramarina a riesgo de resultar redundantes, pues es este título el que ha inspirado el nombre del blog (archivo) asociado a Imatra. www.imatrabilbao.com Ultramarina
Georges Perec (1.938/1.982) se ha consagrado como uno de los escritores franceses más originales y representativos del siglo XX. En el Preámbulo a La vida instrucciones de uso nos advierte cómo inicialmente el arte del puzle puede parecer un arte breve, de poca entidad, pues todo parece contenido en una elemental enseñanza de la Gestalttheoríe: el objeto considerado: -ya se trate de un acto de percepción, un aprendizaje, un sistema fisiológico, o en el caso que le ocupa un puzle de madera- no es una suma de elementos que haya que analizar y aislar primero, sino un conjunto, es decir, una forma, una estructural elemento no preexistente al conjunto, no es ni más inmediato si más antiguo, no son los elementos los que determinan el conjunto, sino el conjunto el que determina los elementos: el conocimiento del todo y sus leyes, del conjunto y su estructura: no se puede deducir del conocimiento separado de las partes que lo componen.
Especies de espacios es una otbra de Georges Perec que trata sobre la habitabilidad del espacio. No se trata en ninguno de los dos casos, de juegos solitarios. Cada gesto que hace el jugador de puzzles genera un espacio diseñado antes por el creador de puzzles, cada combinación que prueba, y vuelve a probar de nuevo, cada intuición, cada esperanza, cada desilusión, han sido decididos, calculados, estudiados por el otro
Hacia 1938, Paul Valèry escribió: «La Historia de la Literatura no debería ser la historia de los autores y de los accidentes de su carrera, sino la historia del espíritu como productor o consumidor de literatura. Esa historia podría llevarse a término sin mencionar un solo escritor». Veinte años antes, Shelley dictaminó que todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir, son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe (A Defense of Poetry 1821)
Esas consideraciones (implícitas desde luego en el panteísmo) permitirían un inacabable debate analizado por el gran Jorge Luis Borges en un poema de Coleridge que dice literalmente: «Si un hombre atravesara el Paraiso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al despertar encuentra esa flor en su mano…. entonces ¿Qué?»
Detrás de la invención de Coleridge está la general y antigua invención de las generaciones de amantes que pidieron como prenda una flor.
En el orden de la literatura, como en los otros de la vida, no hay acto que no sea coronación «corona virus» de una infinita serie de causas y manantial de una infinita serie de efectos.
Más increíble que una flor celestial o que la flor de un sueño es la flor futura, la contradictoria flor cuyos átomos ahora ocupan otros lugares y no se combinaron aún, una vacuna para el «corona virus»
Son los textos ya clásicos de F. Jameson sobre la lógica cultural del capitalismo avanzado los que definen el marco para una meditación seria sobre el espacio y nuestra contemporaneidad. El interés por la teoría geopolítica, la estética del lugar y una revitalizada voluntad, incluso en la teoría social y el arte, por abrir el problema de la espacialidad a una reconsideración o replanteamiento general son analizados por
Alberto Toscano&Jeff Kinkle (Zero books, 2015) en: Cartographies of the absolute
La red global de comunicaciones provoca el colapso de las viejas barreras espaciales. Todos los lugares, todos los espacios son accesibles ahora, instantáneamente. Esto no solo no representa la aniquilación del espacio por el tiempo, sino que convierte a esta nueva espacialidad en una de las claves fundamentales para explicar el desarrollo económico.
El mercado es la forma en que el capital, a un ritmo cada vez más vertiginoso, convierte envoltorios indiferentes desde el punto de vista material y funcional en más capital.
En su libro La Casa de Adán en el Paraíso Joseph Rykwert (Polonia 1.926) persigue, historicamente, la seducción que el modelo de la cabaña primitiva ha ejercido sobre el arte de construir.
Este paradigma cobra especial atractivo, hasta convertirse para algunos tratadistas del siglo XVIII como Laugier, Milizia, etc. en la única fuente de la arquitectura racional, identificando al constructor de la cabaña primitiva orgulloso por obtener mediante artefacto, el distanciamiento y extrañamiento de su vivir alienado, respecto al continuo natural cósmico.
Este hermoso Trío de Cuerda es una reflexión sobre un músico frustrado, el cual incapaz de soportar su inferioridad pianística, tras escuchar a Glenn Gould tocando las variaciones Goldberg, abandona su brillante carrera y acaba por autodestruirse.
El tercer instrumento, Bernhard o la razón narrativa, va ligando las voces a modo de bajo contínuo. El tema sobre el que se varía agotadoramente es es el de la artisticidad, la cual, tomada en sentido fuerte, no es humana, sino que pertenece al reino de la muerte.
Hay en estas páginas algo como la partitura extensa de una música de pavana o gavota en la que el lector se ve obligado a recorrer el oscuro túnel del tiempo; un viaje en tren hacia el pasado y su violento haz de luz que pone un foco de escenario sobre el presente, luz que proyecta sombras igualmente en ese otro insondable laberinto: el del espíritu de Victor Hugues, estricto jacobino encarnación de los ideales revolucionarios, personaje del que se sirve Carpentier para trasladar ideas de un siglo a otro, como se transpasaron en el pasado de un continente a otro
Les Mots et Les Choses de Michel Foucault (1.926-1.984) sienta las bases de una diferenciación fundamental -en las maneras de instituir un lenguaje- entre sistema y método basado el primero en una taxonomía o clasificación estática de las formas de ser del mundo, y el segundo en una «pululante continuidad de seres que se comunican entre ellos, se entremezclan y posiblemente se transformas los unos a los otros»
Todo discurso reflexivo corre el riesgo, de devolver la experiencia del afuera a la dimensión de la interioridad; irresistiblemente la reflexión tiende a reconciliarla con la consciencia y a desarrollarla en una descripción de lo vivido en la que el «afuera» se esbozaría como experiencia del cuerpo, del espacio, de los límites de la voluntad, de la presencia indeleble del otro.
El vocabulario de la ficción es igualmente peligroso: en el espesor de las imágenes, a veces en la mera transparencia de las figuras más neutras o las más improvisadas, corre el riesgo de depositar significaciones preconcebidas, que, bajo la apariencia de un afuera imaginado, tejen de nuevo la vieja trama de la interioridad. De ahí la necesidad de reconvertir el lenguaje en reflexivo. Hay que dirigirlo no ya hacia una confirmación interior, sino más bien hacia extremos donde pueda ser refutado constantemente.
Este libro, en palabras de su autor Peio Aguirre, es un estudio de detección de lo que las estéticas nos dicen respecto del mundo actual, la globalización en el capitalismo tardío
Esta obra de juventud publicada en 1933 por Malcoln Lowry el genial autor de «Bajo el volcán» basada parcialmente en los diarios que escribió a bordo del buque en que se había embarcado, indaga en la lucha por el reconocimiento y respeto de los rudos compañeros, la pasión por el
Georges Perec (1.938/1.982) se ha consagrado como uno de los escritores franceses más originales y representativos del siglo XX. En el Preámbulo a La vida instrucciones de uso nos advierte cómo inicialmente el arte del puzle puede parecer un arte breve, de poca entidad, pues todo parece contenido en una
Hacia 1938, Paul Valèry escribió: «La Historia de la Literatura no debería ser la historia de los autores y de los accidentes de su carrera, sino la historia del espíritu como productor o consumidor de literatura. Esa historia podría llevarse a término sin mencionar un solo escritor». Veinte años antes,
Son los textos ya clásicos de F. Jameson sobre la lógica cultural del capitalismo avanzado los que definen el marco para una meditación seria sobre el espacio y nuestra contemporaneidad. El interés por la teoría geopolítica, la estética del lugar y una revitalizada voluntad, incluso en la teoría social y
En su libro La Casa de Adán en el Paraíso Joseph Rykwert (Polonia 1.926) persigue, historicamente, la seducción que el modelo de la cabaña primitiva ha ejercido sobre el arte de construir. Este paradigma cobra especial atractivo, hasta convertirse para algunos tratadistas del siglo XVIII como Laugier, Milizia, etc. en la
Este hermoso Trío de Cuerda es una reflexión sobre un músico frustrado, el cual incapaz de soportar su inferioridad pianística, tras escuchar a Glenn Gould tocando las variaciones Goldberg, abandona su brillante carrera y acaba por autodestruirse. El tercer instrumento, Bernhard o la razón narrativa, va ligando las voces a
Hay en estas páginas algo como la partitura extensa de una música de pavana o gavota en la que el lector se ve obligado a recorrer el oscuro túnel del tiempo; un viaje en tren hacia el pasado y su violento haz de luz que pone un foco de escenario
Les Mots et Les Choses de Michel Foucault (1.926-1.984) sienta las bases de una diferenciación fundamental -en las maneras de instituir un lenguaje- entre sistema y método basado el primero en una taxonomía o clasificación estática de las formas de ser del mundo, y el segundo en una «pululante continuidad
Todo discurso reflexivo corre el riesgo, de devolver la experiencia del afuera a la dimensión de la interioridad; irresistiblemente la reflexión tiende a reconciliarla con la consciencia y a desarrollarla en una descripción de lo vivido en la que el «afuera» se esbozaría como experiencia del cuerpo, del espacio, de
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