La aparición de las vanguardias europeas a principios del siglo XX convulsionó las bases expresivas de las distintas manifestaciones artísticas. Centros como la Escuela de Arte Vitebsk, fundada por Kasimir Malevitch y el grupo de vanguarda Unobis, a la que pertenecieron notables artistas del constructivismo ruso, o la célebre y tan nombrada Bauhaus en Alemania, sentaron las bases y modos de hacer del que todavía hoy en día en pleno siglo XXI todavía nos sentimos en cierto modo deudores y continuadores. Es por eso que cuando vi algunos trabajos de Gabriela Muñagorri, enseguida me sentí atraida por sus diseños y tentada de invitarla a visitar Imatra para conocer más de su trabajo. Las fotos de Gabriela que acompañan este escrito fueron tomadas por Carlos Lemke, en una de las visitas, que realizaron juntos a Imatra, los encuentros fueron sumamente cordiales, tratando de encontrar un nexo de unión y un territorio de colaboración.
En las imagenes Gabriela Muñagorri fotografiada por Carlos Lemke en el estudio de diseño Imatra, se presenta a sí misma de este modo:
«Estudié Bellas Artes y me especialicé en escultura. Hasta que llegué paulatinamente al diseño y a la moda desde una experiencia docente en la escuela de diseño modo LCI de Barcelona (2004-2009) trabajé con los medios de la danza, el vídeo y el dibujo e hice los cursos de doctorado ‘Práctica y límite de la escultura’ en la UPV EHU. En estos momentos, trabajo en una tesis doctoral que versa sobre el vestido de moda y en mi marca. Ambos trabajos suponen estudiar elementos característicos de la historia de la moda y de la historia del vestido; lo que la moda y el vestido nos aporta y qué supone diseñar desde la moda. En paralelo, de vez en cuando, elaboro objetos (cosas) reutilizando excedentes textiles»