Ayer, al despedirnos, le regalé a Mimesita una caja de lápices de colores. Azul, violeta, siena, rojo, amarillo, verde, naranja, añil, rosa…Me quedé con el blanco, para pintarme de hombre invisible y así poder estar siempre con ella.
Ayer, al despedirnos, le regalé a Mimesita una caja de lápices de colores. Azul, violeta, siena, rojo, amarillo, verde, naranja, añil, rosa…Me quedé con el blanco, para pintarme de hombre invisible y así poder estar siempre con ella.
© Imatra Bilbao
4 comentarios
Creo que lo del los lápices de colores es muy analógico.
Si quieres ser invisible, te recomendaría un tampón de clonar o que aumentes la transparencia de los colores en la función correspondiente del programa que utilices.
Aprovechando que va de amor, ahí va:
Eso era amor
Le comenté: me entusiasman tus ojos
Ella me respondió: solos o con rimel
Grandes, le contesté sin dudar
Y arrancándoselos los dejó en el plato y se fué a tientas
celos me dan
Para el soltero la única estrella concebible es aquella que cubre su objeto de deseo.