De las advertencias.
Está escrito: al salir asegúrese de cerrar la puerta.
Pero es cruel como un veneno esta severa advertencia que dejan como perdida en ninguna parte los porteros de las casas, pues hay veces, una mayoría de veces, en las que al irnos ya llevamos en lo más hondo de nosotros mismos la disposición de volver a casa más tarde o más temprano; y en ese caso nuestra situación mejoraría mucho si encontráramos las puertas de casa entornadas, como las capas de hojaldre de los pasteles, siempre disparejas.
Mariano H de Ossorno. Fragmento del texto Quelques Idées (Homenaje a Ben Vautier)
para la exposición COSMOSIS realizada en Imatra Septiembre 2.002- junio 2003
2 comentarios
Al salir, ¿de donde? y cerrar ¿que puerta?. Lo digo porque con esa mirada y ese antifaz puede dar lugar a mal entendido…. o buen entendido; según se mire.
Veo que no os animáís.
Bien, el volver a casa más tarde o más temprano dependerá de quién te espere y sobre todo del cómo. Pero cuidado porque si están entornadas puede que las dejara en un descuido el otro…….o la otra. Y entonces hubiera sido mejor no volver. O quizá sí, para enfrentarse a la verdad