El avance sintomático de un crecimiento de la conciencia crítica de los ciudadanos durante los años 60 y 70 del pasado siglo, en distintas esferas de lo social, debe ser interpretado a la luz de la atención que la historia del Diseño y la Arquitectura prestaron durante esos años al programa ideológico de la Modernidad. En la actualidad, algunos aspectos del programa Moderno, podrían ser rescatados y examinados de nuevo, a la luz del empuje adquirido recientemente por movimientos como Slow Food, Ne pas Plier, u otros semejantes basados en la participación ciudadana.
Imatra propone a través de sus varias iniciativas expositivas una revisión de los postulados de estos colectivos entre los que -por ejemplo- la educación del gusto representa el mejor argumento, frente a la calidad mediocre de la comida y los fraudes alimentarios. Las recetas dice, Carlo Pertini representan solo el 10% de la gastronomía, lo demás tiene que ver con la Economía, la Historia, la Antropología, la Física y la Quimica.
Llegad a ser consumidores conscientes, retomad el placer de la comida, porque ser partícipes y responsables de grandes cambios hoy es la cosa más inmediata y placentera que se puede llegar a hacer, sencillamente con un acto tan común como lo que se come cada día.
Del mismo modo que en términos industriales y materiales, los medios de producción determinan el producto, un consumidor atento elige su opción y legitima el producto