El artista tiene la capacidad de crear a través del arte una nueva realidad a través de su imaginación melancólica.
Según el sistema de saberes del Renacimiento, esta imaginación melancólica afectaba sobre todo a artistas y arquitectos y es por esta razón por la que en el célebre grabado de Durero Melancolía I la enigmática figura alada aparece rodeada de instrumentos propios del saber artístico, los emblemas de la geometría han de verse desde este punto de vista, relacionadas con preocupaciones conceptuales acerca de la escala, el peso, el equilibrio, la resistencia de materiales, la reversibilidad de los procesos físcos, las fuerzas primitivas de la naturaleza y sus reflejos en los rastros que aparecen inevitablemente en nuestra civilización simbólica.
En el profundo examen realizado por Panofsky El poliedro simboliza la perspectiva perfecta y según este mismo autor, en el poliedro de cristal de alunita, se puede apreciar un rostro humano.
12 comentarios
Aristóteles libro «XXX».
En general, toda reacción clásica no puede sino indudablemente arrastrar hacia ese sentimiento saturnal de melancolía, frente al surgimiento en el presente de configuraciones que pertenecen al pasado como en esta exposición de Ignacio Sáez y que son de la más rabiosa actualidad.
http://arssecreta.com/?p=174
El poliedro de la melancolía de Durero.
La paradoja resulta evidente entre lo que vemos (leemos) de la imagen que se muestra:
Una perspectiva distorsionada con una figura representada de cintura para abajo rodeada -eso sí- de los elementos de trabajo que la convierten -ipso facto- en una «melancolía» posmoderna, de Otto Dix a De Chirico, y lo que leemos (letra impresa) que alude a una perspectiva perfecta. Sorprende el casco de navío varado.
Resulta curiosa también la inclusión por parte de Blanca Oraa de la dirección de una website que facilita datos de comprensión, que se agradecen, sobre algunos aspectos a los que alude el post y la mención a la muestra de Durero en el G. coincidiendo en el tiempo con la exposición «Incognitas», la voluntariosa e incompleta cartografía realizada por Juan Luis Moraza sobre arte y artistas vascos.
Me llama la atención que la figura tumbada, un hombre, vaya vestida de tal guisa: pantalón corto con zapatos de vestir. En la india colonial sí, pero entonces no serían negros sino crudos. De tafilete, recuerdo que se decía en otra época. Dificil ver a un hombre en tal combinación. Lo suyo sería pantalón corto con zapatilla deportiva o su vulgarización, la chancla.
Lo normal habría sido eso, zapatilla deportiva o chancla. Al no serlo, aquí estamos entre exégesis y divagaciones. Creo que eso es el arte.
Pero con cuidado. No olvidemos que Toda lectura de un precursor implica inevitablemente un error de interpretación. Una desviación crítica interesada
Quien decide que es lo normal?….Quien quiere lo normal?….
Quiero volver a veros danzar….y tras ella, sentir la magia de su resultado, nada normal…..»algo/mucho… mas»…..
Danzad, Danzad……..Te espero…..
El placer de danzar, Eki, desata a su alrededor el placer de ver danzar.
Me complacen tus palabras, el placer vuelve a entrar en juego……..
El placer no debería de estar fuera de juego. Jamás. Eso sí, mejor en compañia