ultramarina

Sabes, hay una especie de talento para descubrir las tarjetas postales y para jugar con ellas; él me envió una hace tiempo, enmarcando la nota «prohibida su reproducción» impresa en una orilla. Nunca supe qué pretendía decir, si deseaba llamar mi atención hacia la paradoja «general» de la nota, pudiendo suponer que me interesaría, o si me pedía discretamente ser discreta y guardar sólo para mi lo que me había dicho.

proceso17

Nunca estuve segura de lo que creí entender.

9 comentarios

  1. No tan obvio Banquita (tu me entiendes)

    Para estar seguros que no hay sido un sueño, es imprescindible llevar en la mano «la flor de Coleridge» al regreso de un viaje por el Paraíso -Borges dixit- si no hay flor, no vale, es trampa.

  2. Uno. El dibujo a bote pronto me ha recordado a Bacon
    Dos. Depende de si la nota estaba al dorso o en la foto. Tú misma

  3. Entender lo que nos envían es una aventura de la imaginación, como todo en las interacciones.

    Una mirada, una frase, incluso un polvo. Lo que hay al otro lado, sigue siendo un misterio, muchas veces, incluso para el que lo envía.

    Más bien, imagino, luego existo.

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