El placer en la experiencia del «otro», que con el pasar de los años irremediablemente se convierte en uno mismo. Después la redención, inalcanzable, una vida no es suficiente para purgar el atrevimiento de pedir, de tocar la verdad.
El placer en la experiencia del «otro», que con el pasar de los años irremediablemente se convierte en uno mismo. Después la redención, inalcanzable, una vida no es suficiente para purgar el atrevimiento de pedir, de tocar la verdad.
© Imatra Bilbao