El artista como productor es a) un generador de narrativas de reconocimiento mutuo; b) un inductor de situaciones intensificadas de encuentro y socialización de experiencia; y c) un productor de mediaciones para su intercambio en la esfera pública.
Es tarea del arte contribuir a una estetización no banal de los mundos de vida. Esto es, capaz de trastornar la vida y la conciencia que de ella poseemos de una manera tal que, en última instancia sirva a la emancipación del ciudadano y la reconciliación del sujeto con su experiencia