Uno de los presupuestos de partida de este particular homenaje a Alison y Peter Smithson, el verdadero objetivo de acercarnos a su obra, digamos, no es otro que la búsqueda de comprensión de lo que verdaderamente suponen los discursos que sustentan una praxis en contraposición a lo que afirman.
Si Harold Bloom postuló que el artista se formaba combatiendo contra un padre poético imposible de vencer, aquí se sostiene que el artista busca a un maestro inexistente. Porque el maestro, si lo hay, viaja con cada uno, como un buen daimón y lo demás es prescindible.
Un comentario
Maestro, padre.
Uno es invencible y además a veces se repite el rol, desgraciadamente.
El otro es más accesible, pero a veces no se llega a serlo.